Ucrania rinde homenaje a las víctimas de Babi Yar

La primera masacre de la población civil desarmada fue llevada a cabo por militares en la Kyiv ocupada por los nazis del 29 al 30 de septiembre de 1941, informa Ukrinform.

En total, del 29 de septiembre al 11 de octubre de 1941 las SS asesinaron casi toda la población judía de la ciudad, más de 50.000 hombres, mujeres y niños. Sólo durante los primeros dos días de fusilamientos fueron matados casi 34.000 personas. Los 1, 2, 8 y 11 de octubre fueron fusilados los que no comparecieron por orden, unas 17.000 personas.

Babi Yar, un gran barranco en el extremo noroeste de Kyiv, fue elegido como lugar para la ejecución masiva. Tenía dos kilómetros y medio de largo y en algunos lugares 50 metros de profundidad. Al final de la calle había puerta a la cual las personas pasaban por grupos de 30-40 personas. Al principio, les obligaron a desvestirse y entregar sus pertenencias personales, luego los policías con garrotes arreaban a las víctimas a los pasajes en los montículos en el borde del barranco. En el lado opuesto estaban los ametralladoristas. Los cuerpos de los fusilados rodaban por la pendiente hacia el fondo del barranco. Después de que la zanja se llenaba de 2-3 capas de los cuerpos, les cubrieron con tierra.

Según diversas estimaciones, de 100 a 150 mil personas murieron en Babi Yar durante la Segunda Guerra Mundial: judíos, gitanos, caraítas, prisioneros de guerra soviéticos, comunistas clandestinos, participantes del movimiento de resistencia nacionalista ucraniano, pacientes de clínicas psiquiátricas y representantes de otros grupos nacionales y sociales que se consideraban “redundantes” por los ocupantes. Las ejecuciones en Babi Yar continuaron hasta la liberación de Kyiv de los invasores en 1943.

Con motivo del Día de Recuerdo de las Víctimas de Babi Yar, el presidente de la Rada Suprema, Dmytró Razumkov, se dirigió a los ucranianos:

“El dolor de la tragedia de Babi Yar todavía resuena en los corazones de mucha gente. Después de todo, miles de ciudadanos de diferentes nacionalidades fueron víctimas de ejecuciones: judíos, ucranianos, romaníes y otros. No podemos cambiar el curso de la historia, pero podemos y no debemos olvidarnos de los fallecidos. Después de todo, mientras los recordemos, vivirán en nuestros corazones… Memoria eterna para todos los que murieron en Babi Yar”, dijo Razumkov citado por el servicio de prensa del Aparato de la Rada Suprema.

Hizo un llamado a los ciudadanos para que hagan todo lo posible para evitar que se repitan hechos tan terribles en el futuro.

SM