La inteligencia de Ucrania muestra imágenes exclusivas de la misión de evacuación de Kabul

La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa (GUR/MO, por sus siglas en ucraniano) ha mostrado imágenes exclusivas de la misión de evacuación en Afganistán, informa Ukrinform.

“Para encontrar y recoger de forma segura a las personas de la lista de evacuación, las fuerzas de operaciones especiales de GUR caminarían fuera del perímetro protegido del aeropuerto. Ninguna de las otras misiones de evacuación se atrevió a tomar una decisión tan arriesgada, ya que el área fuera del aeropuerto ya estaba controlada por militantes talibanes. Sin embargo, este enfoque les permitió encontrar y recoger en un período corto de tiempo al mayor número posible de personas cuyos nombres se habían acordado para la evacuación”, señala la GUR.

Según el informe de inteligencia, los pilotos ucranianos también fueron una parte importante de la misión, ya que trabajaron en condiciones difíciles, bajo la constante amenaza de ser atacados durante el despegue.

"¡Los evacuados se sorprendieron al ver a las fuerzas especiales ucranianas correr riesgos personales para salvar a los civiles!", dice el informe.

Como informó Ukrinform anteriormente, la operación de rescate en Kabul estuvo a cargo de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa con la asistencia del Ministerio de Asuntos Exteriores y el apoyo de la Oficina del Presidente.

Entre los evacuados se encontraban ciudadanos de Ucrania, ciudadanos de otros países, incluidos funcionarios de la ONU, miembros de organizaciones de derechos humanos, empleados de Global Mail, USA Today, Washington Post, Stars and Stipes y otros medios de comunicación, así como aquellos que habían cooperado con las fuerzas de la coalición en el país.

A pesar de que Ucrania no operaba su propio contingente de mantenimiento de la paz en Afganistán, su misión de rescate ocupó el octavo lugar entre los países europeos por el número de evacuados sacados de Afganistán, más de 700.

Foto: JIM HUYLEBROEK / THE NEW YORK TIMES

SM