
Doce países piden al G7 que reduzca los ingresos energéticos de Rusia
Este llamamiento fue realizado en una carta conjunta de la República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Islandia, Irlanda, Letonia, Lituania, Noruega, Polonia, Rumania y Suecia, informa Ukrinform, citando al Ministerio de Asuntos Exteriores de Estonia.
"La carta conjunta insta al G7, un grupo de los principales países industrializados, a reducir los ingresos que Rusia obtiene de la venta de sus portadores de energía. Con estos ingresos, Rusia está financiando su continua agresión en Ucrania. Un tercio de los ingresos de Rusia y dos tercios de sus exportaciones están vinculados con los portadores de energía", dice la declaración.
Los 12 países que enviaron la carta conjunta han presionado continuamente para que se adopten las medidas restrictivas más duras posibles contra Rusia.
En su declaración conjunta, los países con ideas afines instan al G7 a aprovechar el límite del precio del petróleo para garantizar que siga sirviendo como un instrumento significativo para limitar los flujos de ingresos de Rusia, a imponer sanciones adicionales a los buques de la flota fantasma de Rusia y a los actores involucrados, y a considerar medidas adicionales dirigidas al transporte marítimo de exportaciones de origen ruso.
"Rusia utiliza la flota fantasma para financiar su máquina de guerra. Los buques de la flota fantasma suelen ser viejos y estar en malas condiciones, lo que plantea riesgos medioambientales y de seguridad marítima en Europa y en nuestras aguas", afirma la declaración.
En diciembre de 2022, el G7, junto con la UE y Australia, acordaron presionar a los compradores de petróleo ruso imponiendo un tope de precios. El objetivo era limitar los ingresos petroleros de Rusia sin provocar una escasez mundial de combustible ni subidas de precios.
Sin embargo, algunos países, en particular China, siguen importando petróleo crudo ruso sin respetar el límite de precios.
Los titulares de Hacienda de los países del G7 reconocieron las violaciones del límite en octubre de 2024 y acordaron intensificar los esfuerzos para evitar que Rusia eluda las sanciones.
En enero de 2025, seis países de la UE instaron a la Comisión Europea a reducir el límite de precio de 60 dólares por barril establecido por el G7, argumentando que eso reduciría los ingresos de Moscú, que utiliza para su guerra contra Ucrania.