Ucrania conmemora el Día de la resistencia de Crimea a la ocupación rusa

Tal día como hoy, pero hace cinco años, se celebró en Simferópol una manifestación multitudinaria de tártaros de Crimea y activistas pro-ucranianos para apoyar la integridad territorial de Ucrania y oponerse a la celebración de una sesión extraordinaria de la Rada Suprema de Crimea.  

Luego, alrededor de 12 mil tártaros de Crimea se reunieron cerca del edificio del parlamento de Crimea por iniciativa del Mejlis. Sostuvieron sus banderas nacionales y banderas en Ucrania. Los manifestantes cantaron: "¡Gloria a Ucrania ¡Gloria a los héroes!", "¡Fuera, bandidos!", "¡Crimea es Ucrania!". En contraste, una manifestación fue organizada por "Russkoe Jedinstvo", que fue dirigida por el secuaz ruso, Sergey Aksionov. 

Como se sabe, el 20 de febrero, las tropas rusas comenzaron a ocupar Crimea. En la península había camiones sin matrícula, los llamados "hombrecillos verdes", que eran, de hecho, militares armados sin signos distintivos. Al mismo tiempo, crearon y armaron a los grupos irregulares de mercenarios entre los residentes locales, liderados por oficiales de los servicios especiales y las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa.  

El 26 de febrero, en los enfrentamientos cerca del edificio de la Rada Suprema de Crimea, dos personas murieron y varias docenas resultaron heridas. Posteriormente, después de la ocupación de la península, el Comité de Investigación ruso inició un caso penal sobre este hecho (el así llamado "Caso del 26 de febrero") y organizó un juicio político sobre Ahtem Chyigoz, Mustafa Degermendzhi, Ali Asanov y otros activistas del pueblo tártaro de Crimea.  

El 27 de febrero, las fuerzas especiales de la GRU de Rusia ocuparon los locales de la Rada Suprema y el Consejo de Ministros de Crimea. Al mismo tiempo, el parlamento de Crimea, a petición de los invasores, anunció la celebración de un referéndum en la península para adherirse a Rusia. Se planeó que la votación se llevaría a cabo el 25 de mayo, pero luego se aplazó hasta el 16 de marzo. 

En los próximos días, las calles de las ciudades y las carreteras principales de la península las llenaron las tropas rusas. Los "hombrecillos verdes" tomaron edificios administrativos, bloquearon guarniciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania, puertos marítimos y aeropuertos. El liderazgo de Rusia ha argumentado repetidamente que estas personas armadas no eran militares rusos. Sin embargo, después de ocupar la península y celebrar un falso "referéndum sobre el estatus de Crimea", los rusos admitieron que los "hombrecillos verdes" eran soldados de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa. 

El 1 de marzo de 2014, el Consejo de la Federación de Rusia apoyó la solicitud del presidente Putin de permitir desplegar a las Fuerzas Armadas rusas en el territorio de Ucrania. A su vez, el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, dada la agresión de Rusia, decidió poner a las Fuerzas Armadas de Ucrania en máxima alerta de combate. 

Las organizaciones internacionales reconocieron la anexión de la península como ilegal y condenaron las acciones de Rusia. En particular, durante este tiempo, se adoptaron tres resoluciones de la ONU sobre Crimea. Al mismo tiempo, varios países de Occidente han impuesto sanciones económicas a Rusia.  

Tras pasar cinco años, la situación en la península anexionada por Rusia sigue siendo tensa: ocupantes eligieron las tácticas de intimidación y terror. Actualmente, las actividades del Mejlis de los tártaros de Crimea están prohibidas en Crimea. Las olas de represiones, búsquedas y detenciones ilegales son constantes. El país agresor hace caso omiso cínicamente de los derechos y libertades fundamentales del hombre y el derecho internacional. 

AV