Klimkin: Hay que abandonar la ilusión sobre la decencia de rusos tras el escándalo con Siemens

Así escribió en el artículo de opinión para el diario alemán Welt.

"Es la hora de quitarse las gafas con lentes rosados y mirar a la realidad a los ojos: la política de Crimea es un eslabón débil de la diplomacia mundial", escribe el ministro.

Al propio consorcio Siemens y otras empresas que cooperan con el Estado ruso, les da un consejo: "Cuando ellos [los rusos – Ed.] les dan la mano, vuelvan a calcular sus dedos".

El hecho de que las turbinas de gas Siemens se encontraron en Crimea, evitando las sanciones, el diplomático lo denomina "profunda decepción que crea el terror". Klimkin señala, que en los tres años que han pasado desde la anexión de Crimea, la parte ucraniana ha expresado constantemente su preocupación de que algunas grandes empresas no pueden adherirse estrictamente a las sanciones. Estas preocupaciones fueron expresadas al más alto nivel "pero según resulta hoy, no fueron escuchadas". Y más difícil se hace la situación tras la ocasión con Siemens en términos de abuso de confianza.

"La creatividad con la que (los rusos) estaban buscando la manera de eludir las sanciones, hace pensar", dijo Klimkin. En este caso, según él, "demasiados beneficios están en juego, pero poca moral".

El titular de Exteriores de Ucrania llama la atención sobre el hecho de que "nadie está jugando hoy con las promesas políticas vacías de tan modo preciso, como lo hace el Kremlin". Al mismo tiempo, la demanda de Moscú de avanzar hacia business as usual en términos de Realpolitik es cada vez más vehemente.

En una lucha de tres años por la realización de los acuerdos de Minsk Ucrania y sus socios occidentales deberían darse cuenta qué significa "la política real en Rusia", dice el diplomático. Observa que el caso de las turbinas no es un malentendido, sino el error.

El presente incidente, señala Klimkin, pone toda la política de sanciones ante la prueba. Y Ucrania junto con el gobierno federal y las instituciones europeas hará todo lo posible para que la pérdida de confianza con todas las graves consecuencias se convierta en una postura firme y coherente de la comunidad internacional hacia la anexión de Crimea.

AV