Da Vinci Analytic Group: El Nord Stream 2 amenaza el medio ambiente del norte de Europa
La construcción del gasoducto Nord Stream 2, antes de limpiar el fondo marino del mar Báltico de los vertederos de armas químicas, amenaza con tener un impacto ambiental irreversible y hará que sea imposible utilizar el área acuática para la pesca y los servicios recreativos.
Los expertos del Grupo Analítico Da Vinci llegaron a esta conclusión.
Ukrinform ofrece el texto completo de su investigación.
La Agencia Danesa de Energía ha otorgado al Nord Stream 2 AG un permiso para construir una parte del gasoducto Nord Stream 2 en la plataforma continental del país al sureste de Bornholm en el mar Báltico. Estas son dos variantes de la ruta de 147 a 175 kilómetros. Desde 2007, Rusia ha demostrado intentos de corregir el proyecto Nord Stream para evitar los sitios de vertimiento de municiones químicas al este de Bornholm, pero estos esfuerzos se han visto agravados por un conjunto complejo de problemas, en particular la falta de datos sobre la ubicación exacta de las municiones.
Entre 1947 y 1948, la Unión Soviética hundió un arsenal de armas químicas de la Segunda Guerra Mundial al este de la isla de Bornholm, que contenía agentes de guerra química como adamsita, difenilcloroarsina y gas mostaza. El área oficial de vertimiento se considera un radio de tres millas náuticas entre los 55º07′ y 55º26′ de latitud norte y entre 15º25′ y 15º55′ de longitud este. El vertimiento se realizó arrojando municiones (bombas de aire, minas de artillería y proyectiles) al mar. Es bien sabido que parte del arsenal fue arrojado en cajas en el camino hacia el área acuática, y parte de las cajas de madera fueron desplazadas por las corrientes y las olas más allá del área donde se hundieron. Se ha informado sobre casos de haberse encontrado cajas de municiones en la costa de Bornholm y la costa sur de Suecia. Por lo tanto, se desconoce la ubicación exacta de todo el arsenal de armas químicas vertidas en el mar Báltico. Existen numerosos hechos cuando pescadores encontraban municiones fuera del lugar oficial de vertimiento.
Una bomba de gas mostaza encontrada frente a la costa en una caja de madera / Foto del Museo de Bornholm
En octubre de 2005, "Vesti segodnya", periódico de propiedad estatal rusa, citó un documento que fue encontrado en el archivo y fechado en el verano de 1948. Afirma: "A menudo, debido a la poca visibilidad y las tormentas severas, los proyectiles con sustancias venenosas de guerra son arrojados al mar lejos de los cuadrados dados". Los medios rusos también citaron lo que se confirmó oficialmente que, en 1946, cuatro barcos, que transportaban 15.000 toneladas de armas químicas, resultaron hundidos en el sureste de Bornholm, así como se vertieron 8.000 toneladas de municiones químicas en el este de la isla. Hay evidencia documentada de que, en 1945, las 69.000 toneladas de proyectiles de artillería, que contenían tabún (gas nervioso) y fosgeno, se vertieron en el área del llamado Pequeño Cinturón cerca de Bornholm por la Wehrmacht. Además del período especificado, se realizó un segundo vertimiento en el área en 1959. Después del inicio de uso amplio de sarín como componente de las armas químicas, se renunció al uso de gas mostaza. Casi todo el volumen también fue vertido en los mares Báltico, de Kara, de Okhotsk y de Barents. Se desconoce la ubicación de estos vertederos.
Esta información también está contenida en un informe preparado sobre la base de los informes nacionales de Grupo de Trabajo sobre las Municiones Químicas Vertidas en el Mar (HELCOM CHEMU) en 1994. Según sus hallazgos en ese momento, cualquier operación para recuperar armas químicas desde el fondo no era factible, era peligrosa y no podía llevarse a cabo. Los especialistas rusos de la época apoyaron este punto de vista. En particular, dicha opinión fue documentada en una entrevista con el “Periódico bielorruso de negocios”, realizada con el diseñador jefe de la Oficina Central e Diseño “Rubin”, Nikolái Nosov (No. 13 del 3 de enero de 2003).
El Informe “Nord Stream Espoo Report: Key Issue Paper Munitions: Conventional and Chemical de 2009” establece que la única forma de limpiar el fondo de municiones químicas es detonarlas. Sin embargo, la detonación de municiones químicas conducirá a una expansión de la zona de contaminación y la concentración de sustancias venenosas en las capas superiores del mar, lo que contribuirá a la contaminación y la entrada en organismos marinos. La gran parte del fondo del mar Báltico está cubierto de limo-arcillosa de color verde, negro o marrón. Por lo tanto, la detección de sitios de vertimiento se complica por las características del fondo marino.
Debido al tendido del gasoducto, existe una alta probabilidad de dañar la integridad de municiones o detonarlas, lo que provocará daños a gran escala en el mar Báltico. No se descarta la detonación de municiones en el caso de que se tienda un gasoducto sobre un sitio de vertimiento después de su inicio debido a la vibración.
A pesar de que las municiones se vertieron en el período de 1947 a 1948, no hubo datos sobre la ausencia de detonadores en las municiones vertidas en 1959.
Al mismo tiempo, en la página 48 del documento anterior se dice que la detonación de municiones puede provocar daños estructurales en la tubería. Se establecen 25 metros para un corredor de seguridad para tender la tubería. Al mismo tiempo, en la página 49 se afirmó que se encontró una bomba de aviones de 250 kg con gas mostaza en la sección danesa del gasoducto a 17 metros de la ruta del tendido del gasoducto. Después de eso, los autores del documento por razones desconocidas redujeron el corredor de seguridad a 10 metros.
Los productos de hidrólisis de agentes de guerra química pueden mantener propiedades ecotóxicas. Por ejemplo, el gas mostaza se hidroliza poco, es capaz de acumularse, tiene un efecto mutagénico, es un veneno enzimático que no se contrarresta por un antídoto. Según los datos de Yuri Korobeinikov, doctor, publicado en la revista "Estrategia atómica" No. 24 de agosto de 2006, en el curso de hidrólisis del gas mostaza, se forman dos tipos de productos, uno de los cuales es dos veces más tóxico que el propio gas mostaza y el otro lo supera cinco veces.
La genetista inglesa, Charlotte Auerbach, descubrió un fuerte efecto mutagénico en la década de 1960. Los estudios han demostrado que la entrada de 1 o 2 moléculas de gas mostaza en del cuerpo es suficiente para que dentro de 3 o 4 generaciones en aparezcan desviaciones mentales y físicas. Los productos de hidrólisis del gas mostaza también son mutágenos. En el mar Báltico, hubo casos cuando pescadores encontraban grumos de gas mostaza con un peso de 105 kg. Tras la destrucción de la cáscara de munición, el gas mostaza toma la forma de grumos de gelatina.
Zonas de riesgo para encontrar municiones químicas en el mar Báltico
Las sustancias venenosas y sus productos de degradación circulan en el mar Báltico y se acumulan en la flora marina, el plancton y los peces. Los peces expuestos a sustancias tóxicas o sus productos de degradación, y luego al cuerpo humano, conservan fuertes propiedades tóxicas y mutagénicas. Las consecuencias genéticas son irreversibles (Alexandra Koroleva, bióloga, grupo Ecodefense, Rusia).
El 13 de abril de 2002, se celebraron audiencias parlamentarias “Sobre el vertido de armas químicas en el mar Báltico” en la Duma Estatal de la Federación Rusia. El presidente de la Comisión Parlamentaria de Ecología, Vladímir Grachev, dijo que, en relación con el vertimiento masivo de armas químicas en el fondo del mar Báltico, persiste un peligro para llevar a cabo actividades económicas, en particular, tendido de gasoductos y cables de aguas profundas a lo largo del fondo del mar.
La gran mayoría de las municiones está hundida a una profundidad de 70 a 120 metros. Según las estimaciones de los expertos rusos, citadas por Aleksandr Khrolenko de la agencia "Russia Today", el tiempo de corrosión de las bombas supera 80 años, municiones de artillería no es mayor de 150 años.
Se encontraron componentes de armas químicas en el golfo de Gdansk y a 70 millas de Liepāja. El Instituto de Oceanología de la Academia de Ciencias de Polonia informó de que 8.000 toneladas de municiones químicas se encuentran en la cuenca de Gotland.
Zonas de vertimiento de armas químicas, campos minados, así como lugares de anclaje peligroso (color verde)
Diseño comparativo de vertimiento de municiones químicas y la ruta Nord Stream 2
Esquema de corrientes submarinos en el área de la isla de Bornholm
Las cuencas de Bornholm y Gotland son lugares de pesca. A pesar de la prohibición de pescar en algunas partes del mar Báltico, que ha estado en funcionamiento desde la década de 1960 debido a la eliminación de arsenales de armas químicas, el mayor deterioro de la integridad de las municiones debido a la corrosión y posibles daños a través de la construcción de la tubería aumenta la amenaza para la vida marina, la fauna y la piscicultura. En consecuencia, existe una amenaza para la economía de los países bálticos, Alemania, Noruega, Dinamarca. El esquema de corrientes submarinos indica que los componentes de las armas químicas se transportarán principalmente hacia el este, lo que representa una amenaza para los habitantes de la costa del mar Báltico.
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