
Drones del Servicio de Seguridad de Ucrania han tejido una "telaraña" de humillación y pérdidas estratégicas para el Kremlin
El 1 de junio, el Servicio de Seguridad de Ucrania llevó a cabo la operación "Pavutyna" ("Telaraña"), que ya ocupa un lugar destacado en los libros de texto militares: la destrucción simultánea de cuatro bases aéreas rusas clave: Bélaya, Diagilevo, Olenya e Ivanovo. Desde allí despegaban los aviones que sembraban la muerte y la destrucción en las ciudades ucranianas. Según el Servicio de Seguridad, 41 aviones fueron atacados, incluyendo no sólo los "caballos de trabajo" del terror, el Tu-95 y el Tu-22M3, sino también las insignias, Tu-160 y los valiosísimos A-50. El jefe del servicio especial, teniente general, Vasyl Malyuk, declaró: "En general, hablamos de la destrucción del 34% de los portadores de misiles de crucero estratégicos en los principales aeródromos de la Federación Rusa. Fue no sólo un golpe devastador a la aviación enemiga, sino una fuerte bofetada al poder y la esencia terrorista de la Federación Rusa".
Los detalles técnicos de esta minuciosa labor ya se han analizado muy detalladamente. Nos interesa otra cosa: ¿pueden considerarse las consecuencias de esta "visita amistosa" de drones un punto de inflexión en la guerra?
IMPACTO EN LA SITUACIÓN Y LA CUESTIÓN DE UN PUNTO DE INFLEXIÓN EN LA GUERRA
La operación "Pavytyna" se convirtió sin duda en un acontecimiento que hizo que muchos hablaran de un posible punto de inflexión en la guerra. Sin embargo, la comunidad de expertos aboga por un optimismo moderado, analizando el impacto real, en lugar del deseado, en el curso de las hostilidades.
Por ejemplo, el analista militar del grupo "Resistencia Informativa", Oleksandr Kovalenko, ofrece una visión sobria de la situación, distinguiendo entre el impacto en el frente y el potencial terrorista del enemigo. Enfatiza que los aviones afectados no son aviones de ataque ni cazas que afecten directamente la línea de contacto. "No lo consideraría un punto de inflexión en la guerra, porque no estamos hablando de aviones de combate que se usan activamente en el frente. Hablamos de aviones que se usaron principalmente para aterrorizar a la población civil: realizar bombardeos en la retaguardia de Ucrania y ataques a infraestructuras energéticas y civiles".
Según él, esto tendrá un impacto directo en la intensidad de los ataques con misiles, en particular con el uso de misiles de largo alcance Kh-101, Kh-22 o Kh-32. Hoy incluso el lanzamiento simultáneo de 50 misiles de este tipo es un escenario improbable", concluye Kovalenko, indicando que el principal efecto se sentirá en la disminución de la amenaza a la población civil y la infraestructura, y no directamente en el campo de batalla.

El jefe de programas de seguridad del Centro de Estudios Globales "Estrategia XXI", Pavlo Lakiychuk, pone un énfasis un poco diferente. Si bien reconoce que "Pavutyna" no quebrará la columna vertebral de la maquinaria militar rusa al instante, dado que otros tipos de armas dominan el campo de batalla y la Federación Rusa aún cuenta con "Shahed" y armas balísticas para atacarnos por la retaguardia, enfatiza la enorme importancia psicológica-militar de la operación. "El hundimiento del buque insignia de la Flota rusa del Mar Negro fue el prólogo de un punto de inflexión en el mar. De igual manera, la destrucción de los aviones estratégicos rusos puede convertirse en símbolo de un punto de inflexión en el campo de batalla. No hoy, porque Medinski seguirá gritando en Estambul que, si no en veinte, luego en cien años, llegarán definitivamente al Dniéper y nada podrá impedírselo. Pero, deben admitir, sus palabras del día después de "Tsushima-2" serán percibidas en el mundo de una manera completamente diferente a como fueron percibidas anteayer". Lakiychuk señala que los éxitos en el campo de batalla son la base de las victorias diplomáticas, y son los políticos y diplomáticos quienes deben "consolidar" los logros militares en su campo de batalla.
Así pues, aunque es prematuro hablar de un punto de inflexión, la operación "Pavutyna" generó un poderoso efecto psicológico que, si se utiliza con habilidad, puede transformarse en verdaderos dividendos diplomáticos.
REPERDCUSIÓN INTERNACIONAL: ¿QUÉ VIO OCCIDENTE Y POR QUÉ DEBERÍA AGRADECER A UCRANIA?
La cortina de humo sobre los aeródromos rusos resultó ser sorprendentemente transparente para la comunidad internacional. El "incidente explosivo" obligó a muchos a reconsiderar las capacidades de Ucrania y, aún más importante, la vulnerabilidad de Rusia.
Oleksandr Kovalenko llama la atención sobre quiénes presenciaron exactamente esta humillación pública, digamos sin exagerar. Y no se trata sólo de aquellos a quienes la propaganda rusa califica de "enemigos". "Lo más importante no es ni siquiera que Occidente lo viera. Lo vieron los así llamados "amigos" de Rusia, incluida China. Pekín vio cómo los aviones estratégicos de una potencia nuclear, que recientemente había asumido el estatus de actor global, estaban siendo destruidos en serie en ataques con drones FPV".
Según el experto, es la reacción de "amigos" como China la que podría tener las consecuencias más graves a largo plazo para Moscú, incluso la aceleración de vasallaje de esta última.
El politólogo, Sergiy Taran, complementa este panorama analizando cómo la operación afectará la percepción general de Rusia en el mundo. Disminuirán los rumores sobre la victoria de Rusia, al igual que los temores a una hipotética guerra con Occidente. “Sin embargo, es mucho más importante que la confianza en las fuerzas ucranianas cree un contexto positivo para su apoyo. En Occidente prefieren ayudar no a los débiles, sino a quienes saben cómo ganar. Taran señala con cierta ironía que la caída de la autoridad militar rusa "será una alegría para todos”. “Incluso el camarada Xi se alegrará, aunque no se lo dirá a nadie", aclaró.
El politólogo también señala un cambio fundamental: "La destrucción de parte de la aviación estratégica de un país nuclear supone un replanteamiento del papel de las armas nucleares en el mundo. Esto ya no ofrece garantías de seguridad significativas... Los patrones de la Guerra Fría se han roto... Incluso el "poco empático" con Ucrania, Elon Musk, se vio obligado a comentar el ataque ucraniano afirmando que las tecnologías de drones son el futuro. Y aquí hay un matiz: Ucrania está a la vanguardia de estas tecnologías. Y esto no es una metáfora, sino es simplemente un hecho”.
Así pues, Occidente y el resto del mundo han recibido una vez más una lección práctica: el "Goliat" ruso resultó ser vulnerable ante el "David" ucraniano con su “honda tecnológica”. Y la gratitud a Ucrania podría expresarse no sólo por el hecho de que disuade al agresor, sino también por el hecho de que destruye mitos peligrosos y acelera la evolución tecnológica de los asuntos militares, demostrando que el futuro está en la innovación, no en el ruido de armas obsoletas.
GOLPE REPUTACIONAL Y PARALELOS HISTÓRICOS: ¿“TSUSHIMA-2” PARA LA AVIACIÓN RUSA?
Si las consecuencias estratégico-militares de la operación “Pavutyna” se irán revelando con el tiempo, el golpe reputacional para Rusia será instantáneo y devastador. Es difícil encontrar otra humillación de tal magnitud en la historia moderna, y los expertos ya buscan paralelos apropiados.
Oleksandr Kovalenko afirma categóricamente que actualmente no existen análogos de esta operación en el mundo. Según él, nada se puede comparar con el éxito ucraniano ni en escala, ni en eficacia, ni en relación 'calidad-precio'.
“Incluso la famosa operación “Pager” israelí… sí, técnicamente todo se hizo de forma brillante, pero hay que entender: Hezbolá es Hezbolá, el Líbano es el Líbano. Y en este caso, un nivel completamente diferente”, afirma el analista militar.
Destaca: cuando un dron FPV que vale unos cientos de dólares destruye un avión que vale cientos de millones, y el valor estratégico es inestimable debido a la imposibilidad de reproducción, esto hace que la operación sea única en el contexto histórico global.
Pavlo Lakiychuk rechaza la comparación con Pearl Harbor, repetida por los blogueros rusos Z, e insiste en otra analogía mucho más dolorosa para los rusos: "¡Esto no es Pearl Harbor, sino es Tsushima! ... Incluso si asumimos que durante la "Pavutyna" no hubo cuatro docenas de aviones "estratégicos" rusos los que resultaron desactivados... sino la mitad, entonces, en términos del componente aéreo de la "tríada nuclear", Rusia cae al tercer lugar, y queda adelantada no sólo por el ejército de EE. UU., sino también por el de China".

Esta es una representación artística de uno de los momentos decisivos de la batalla de Tsushima (1905), cuando un acorazado de la Armada Imperial Rusa quedó derrotado e incendiado, y los marineros lograron escapar en botes salvavidas
Para comprender mejor la importancia de la comparación con Tsushima, citemos al escritor y militar ucraniano, Ostap Ukrainets: “La batalla de Tsushima tuvo lugar hace exactamente 120 años, los días 27 y 28 de mayo de 1905... Entonces, el almirante japonés, Tōgō Heihachirō, derrotó a dos tercios del 2.º Escuadrón del Pacífico de la Flota rusa... La derrota en esta batalla aceleró los procesos revolucionarios en el Imperio ruso y el colapso del orden monárquico".
La imagen de "Tsushima" para la aviación estratégica rusa no es sólo una metáfora acertada, sino un símbolo de cambios potencialmente tectónicos en la percepción de Rusia como potencia militar, un golpe a los cimientos mismos de sus ambiciones imperialistas.
LAS PÉRDIDAS DOLOROSAS DE LA FEDERACIÓN RUSA: "AVES" INDISPENSABLES Y CONSECUENCIAS ESTRATÉGICAS
¿Por qué es tan crítica la pérdida de estas aeronaves soviéticas aparentemente obsoletas para la Rusia moderna? La respuesta reside en su indispensabilidad y su papel clave en la doctrina militar de la Federación Rusa, en particular como portadores de armas nucleares.
Oleksandr Kovalenko explica en detalle por qué estas pérdidas son irrecuperables. Hablamos de los Tu-95MS, Tu-22M3 y Tu-160, aviones cuya producción en serie es cosa del pasado: “Sí, en la Planta de Aviación de Kazán están simulando formalmente la “reiniciación de la producción” del Tu-22M3 y el Tu-160, pero, en realidad, no son aviones nuevos. Se trata de una modificación de los fuselajes que se conservaron de la época soviética, de finales de los 80 y principios de los 90... 41 aviones fueron destruidos o dañados, y Rusia no puede producir ni una parte de ellos de nuevo.
Particularmente doloroso, según el experto, puede ser la confirmación de la información sobre los daños en dos de los tres aviones de detección por radar de largo alcance A-50, que estaban listos para el combate en el momento de la operación. Se trata de naves únicas, prácticamente imposibles de restaurar en la Federación Rusa en las condiciones actuales. Quedarse con uno de estos aviones es un número “catastróficamente pequeño”, de hecho, “ceguera del componente de aviación”.
El experto del Centro de Estrategias de Defensa, Viktor Kevlyuk, ofrece una evaluación cuantitativa del daño causado al componente aéreo de la tríada nuclear enemiga. Si antes la aviación representaba entre el 10% y el 15% del potencial nuclear, "Pavutyna", según sus cálculos, redujo esta proporción al porcentaje de entre el 5 y el 7%. "La aviación estratégica ha perdido la capacidad de realizar un primer ataque masivo, su papel se ha reducido a la mitad... La pérdida de parte de los Tu-95MS es especialmente dolorosa: estos portadores de misiles Kh-102 con ojivas nucleares con un alcance de lanzamiento de hasta 5.500 km fueron la base de un ataque masivo contra Estados Unidos y Europa", afirma.
Kevlyuk también enfatiza la sorprendente asimetría del ataque: si el costo del ataque (250 drones FPV a 1.000 dólares para cada de los cuatro aeródromos) es de aproximadamente un millón de dólares (sin contar la logística), las pérdidas del enemigo son dos mil veces mayores. "Así se ve la asimetría en la guerra moderna", señala el experto.
El experto en aviación, Valeriy Romanenko, complementa el panorama enfatizando que los rusos perdieron no sólo aviones, sino también la "ilusión de seguridad": "Simplemente no hay muchos aeródromos en Rusia que puedan recibir tales aviones... En teoría, los aviones supervivientes pueden ser trasladados a Olenya, Mozdok o Seryshevo (base aérea de Ukrainka), pero ni siquiera allí están a salvo de ataques. Ya no existe una base segura". Según él, la operación "Pavutyna" es la destrucción del mito de la invulnerabilidad, porque "la guerra llegó a Engels, a Belaya, a Vladivostok". Ucrania ha demostrado la capacidad de realizar ataques precisos que cambian los equilibrios geopolíticos.
Por lo tanto, la magnitud del daño para la Federación Rusa no se limita al número de aeronaves destruidas. Se trata del debilitamiento a largo plazo de su capacidad de combate, la pérdida de tecnologías únicas, la ruptura del mito de la seguridad en la retaguardia profunda y una demostración de una asombrosa ineficiencia económica ante las amenazas asimétricas modernas.
REACCIÓN INTERNACIONAL: ADMIRACIÓN, ANÁLISIS Y LLAMADOS A LA ACCIÓN
La operación especial del Servicio de Seguridad ha provocado un verdadero aluvión de comentarios en la arena internacional, donde la admiración por el ingenio ucraniano ha rayado en un profundo análisis de sus implicaciones para la seguridad global.
Como acertó el ex primer ministro sueco, Carl Bildt: “Ni siquiera las películas de 007 podrían haber mostrado algo así”.
El ex comandante del Ejército estadounidense en Europa, Ben Hodges, elogió la estrategia ucraniana con un aforismo militar elocuente: “¡Es mejor matar al arquero que intentar derribar las flechas!”.
El doctorado de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, Michael McKay, quien ha documentado la agresión rusa, ha hecho una declaración contundente sobre la contribución de Ucrania a la seguridad global: "Al destruir un gran número de bombarderos estratégicos capaces de portar armas nucleares utilizados por el Estado terrorista ruso, las fuerzas ucranianas han hecho que el mundo sea un lugar mucho más seguro. Mientras el resto del mundo observa desde la distancia y se niega a luchar, los ucranianos están haciendo lo necesario. ¡Gracias, defensores!”.
El republicano estadounidense, Don Bacon, ha recurrido a la sabiduría bíblica: "Putin sembró el viento, ahora está cosechando la tempestad".
El ministro de Defensa holandés, Ruben Brekelmans, recordó que Ucrania sorprende al mundo no por primera vez: “Ucrania nos ha sorprendido muchas veces en los últimos tres años. Estos son solo algunos ejemplos: el hundimiento del Moskva (2022), la contraofensiva (2023), Kursk (2024) y ahora, el ataque con drones contra bombarderos rusos. ¡Sigamos apoyándola! ¡Sin duda, Ucrania nos sorprenderá más de una vez!”.
El famoso comentarista político, Brian Krassenstein: “Ucrania acaba de llevar a cabo uno de los ataques más audaces de la historia militar moderna... Las consecuencias son colosales”.
El ex primer ministro británico, Boris Johnson: “Felicitamos a Ucrania por su brillante ataque contra la Fuerza Aérea rusa. Los ucranianos son invencibles y tecnológicamente brillantes... Es hora de que Reino Unido y la UE apoyen el proyecto de ley de Lindsey Graham sobre sanciones secundarias contra Rusia. Es hora de apretar el cerco en torno a Putin y poner fin a esta guerra”.
El comentarista político canadiense-estadounidense, David Frum, vio en este episodio un cambio en la dinámica de las relaciones entre Kyiv y Washington: “Hemos llegado a un punto en el que Ucrania debe reflexionar bien sobre si está preparada para dar a la OTAN garantías de seguridad de Ucrania (…) La ayuda de Biden a Ucrania le permitió a Estados Unidos vetar las acciones de Ucrania. La traición de Trump-Vance a Ucrania anuló el veto estadounidense, y los ucranianos están demostrando su capacidad para llevar a cabo operaciones importantes que Estados Unidos querría vetar si pudiera”.
El periodista del Wall Street Journal, Yaroslav Trofimov, lo resumió lacónicamente: “Rusia ha rechazado la oferta ucraniana de un alto el fuego completo o aéreo. Trump ha rechazado la solicitud ucraniana de defensa aérea y se ha negado a imponer sanciones a Rusia por sus ataques con misiles mortíferos contra ciudades ucranianas. Ucrania ha destruido los aviones utilizados en esos ataques con misiles. Todo está claro”.
El periodista irlandés, Caolan Robertson, destacó el profundo simbolismo del ataque: “Esta mañana, el mundo fue testigo de uno de los ataques asimétricos más brillantes de la guerra moderna. Ucrania no sólo atacó aviones rusos. Atacaron el orgullo de Rusia. Atacaron la ilusión de control. El mundo vio que Rusia era más débil de lo que fingía”.
Este coro de voces lo atestigua: la operación "Pavutyna" del Servicio de Seguridad no es solo un éxito militar. Es una poderosa señal al mundo sobre la resiliencia, la sofisticación tecnológica y el pensamiento estratégico de Ucrania, capaz de cambiar las reglas del juego.
EN LUGAR DE CONCLUSIÓN
La operación especial "Pavutyna" del Servicio de Seguridad fue no sólo un episodio más de la guerra ruso-ucraniana, sino un acontecimiento con consecuencias multidimensionales. Redujo significativamente el potencial terrorista de Rusia para atacar la retaguardia ucraniana, asestó un golpe devastador a la reputación del Kremlin y demostró al mundo entero, incluidos los supuestos "aliados" de la Federación Rusa, su vulnerabilidad militar y tecnológica. Aunque sería prematuro calificar esta operación como un punto de inflexión único en la guerra, sin duda representa un paso importante para cambiar el equilibrio estratégico. "Pavutyna" demostró una vez más la alta profesionalidad de los servicios especiales ucranianos y la capacidad de Ucrania para lanzar ataques asimétricos de repercusión global. El mundo vio que los ucranianos no solo se defienden, sino que también crean activamente una nueva realidad en el campo de batalla y en la geopolítica, haciendo que se replantean ideas obsoletas sobre el poder militar y la seguridad.
Myroslav Liskovych, Kyiv
AV