Zelensky: Los ucranianos, que lucharon contra el nazismo hace 80 años, vuelven a luchar contra el mal

La nación ucraniana que hace 80 años luchó contra el nazismo vuelve a contrarrestar las fuerzas del mal.

Así lo dice un discurso del presidente Volodymyr Zelensky con motivo del Día del Recuerdo y la Victoria sobre el Nazismo en la Segunda Guerra Mundial.

“´Irrumpen en tu casa. Vienen a matar, quemar, ejecutar. No perdonan a nadie: ancianos, mujeres, niños… Son bestias…’ Estos son los recuerdos de los supervivientes de la ocupación nazi.

Y estos son los recuerdos de los supervivientes de la ocupación rusa. Los mismos horrores, los crímenes de los mismos monstruos.

Hace 80 años, millones de ucranianos lucharon para derrotar al nazismo para siempre. Pero hoy los ucranianos se enfrentan una vez más al mal, que resurgió, regresó y quiere destruirnos nuevamente. Es un ejército de demonios que mata, tortura y borra ciudades y pueblos pacíficos de la faz de la tierra. Este mal se llama fascismo ruso, o RF para abreviar.

Testigo de ello es este sótano en el pueblo de Yáguidne, en la región de Chenríguiv. Los ruscistas metieron allí a todos los aldeanos y los mantuvieron allí durante casi un mes. Todos ellos. 350 personas, todos los niños de este pueblo, 80 niñas y niños, el menor de los cuales tenía un mes y medio. Todos en el mundo pueden entender lo que es la Rusia de Putin imaginándose aquí, en este sótano, entre esta gente, sin luz, comida, agua, medicinas y aire, en una habitación con menos de un metro por persona. Durmieron sentados. Sólo salieron una vez. Consumían 200 gramos de sopa al día. Los hombres fueron desnudados en el frío glacial para encontrar tatuajes ucranianos. Diez de los rehenes murieron aquí. Estaba prohibido enterrarlos. Otras 17 personas fueron asesinadas por los ruscistas. En cualquier rincón del mundo, eso se conoce con la misma palabra: infierno. Cuando se queman pueblos enteros, cuando hay ejecuciones en masa, cuando se pone a la gente contra una pared con los ojos vendados para ser asesinada – en cualquier rincón del mundo, eso se conoce con la misma palabra – nazismo. Si eso no es nazismo, ¿qué es entonces?

Y todos en la Tierra conocen la historia y recuerdan cómo luchar contra el nazismo. Se hace con la humanidad unida para oponerse a Hitler, no con comprarle petróleo o asistir a su toma de posesión.

Yáguidne, un pueblo que sobrevivió al infierno de la RF, es sólo un ejemplo. Es sólo una aldea, pero refleja la esencia de la visión del mundo de Putin, sus verdaderos objetivos. Y su objetivo es que todos los que quieren vivir libremente se hundan bajo tierra, forzar a un pueblo entero a hundirse en el sótano, y luego a otro, y luego a toda Ucrania, y finalmente, forzar a todo el mundo a hundirse en el sótano. Para la RF, éstas son sólo etapas de su mórbido plan para encarcelar la libertad en un gueto, en un campo de concentración llamado "mundo ruso", y exportar el principal activo de Rusia, el alambre de púas, a todo el mundo, repitiendo el mismo escenario que Hitler creó hace 80 años: tragarse las tierras de otros paso a paso y poner a prueba la reacción del mundo. Y cuando la reacción es cobarde, los nazis siguen adelante. Llamientos, resoluciones y medias sanciones no los detienen. Y la única pregunta que preocupa a Putin hoy es: ¿Quién sigue?

Rusia aprobó oficialmente una lista de Estados que no pueden sentirse seguros y la llamó “Lista de Estados hostiles”. Es revelador que coincida casi por completo con la lista de Estados de la Coalición Anti-Hitler. Los que derrotaron al nazismo son enemigos de la Rusia moderna: los países de la Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y casi cincuenta Estados en total. Son libres, democráticos e independientes, lo que en la ideología moderna del Kremlin significa "peligrosos". Y, por tanto, son objetivos.

El mundo no vio la amenaza, el mundo durmió durante el resurgimiento del nazismo, a las 5 de la mañana del 24 de febrero de 2022. Y hoy, todos los que recuerdan la Segunda Guerra Mundial y han sobrevivido hasta el día de hoy están experimentando un déjà vu. La batalla de Kyiv, bombardeos de Járkov, Odesa, Dnipró, fosas comunes, bloqueo de puertos, saqueo y confiscación de cereales, torturas, ejecuciones, deportaciones de niños, campos de filtración y colonias de cautivos. Rusia ha vuelto a colocar páginas de libros de texto sobre la Segunda Guerra Mundial en los titulares de los medios de comunicación del mundo. Rusia ha vuelto a traer el terrible pasado a las noticias diarias, demostrando con cada nuevo crimen que el nazismo ha resucitado. Sólo que esta vez tiene una nueva etiqueta: “Hecho en Rusia”.

Recientemente, nuestra sociedad se conmovió con la foto de un hombre junto a la tumba de su nieto muerto en la guerra. El padre de este hombre fue asesinado por los nazis. Los ocupantes rusos le quitaron la vida a su nieto. Este es sólo uno de los millones de ejemplos que ponen el signo de igualdad entre el nazismo y la Rusia moderna.

Hoy las ideas de Hitler se expresan en ruso. Los crímenes nazis se cometen bajo la bandera rusa. La diferencia es meramente formal. La nueva Wehrmacht que invadió Ucrania lleva un águila bicéfala en la manga. Kalibr y Kinzhal son los nuevos misiles V, los aviones MiG y Su son la nueva Luftwaffe, un símbolo Z es la nueva esvástica y Yunarmiya es la nueva Hitlerjugend. Hay docenas de paralelos similares y cientos de imitaciones similares.

Y si el Kremlin moderno se parece en todo al Tercer Reich, su final debería ser idéntico y tener lugar en la nueva Nuremberg, en la ciudad de La Haya.

Y como en 1945, esto sólo puede garantizarse mediante un mundo libre unido, el mundo unido en la Coalición Anti-Putin, el mundo que pueda detener a los nazis de Moscú con acciones, no con palabras, e impedir que el nuevo mal se extienda a todo el continente europeo y, posteriormente, al mundo entero, el mundo capaz de ayudar a Ucrania a derrotar al nazismo ruso, ayudándose a sí mismo y demostrando su compromiso con las palabras “¡Nunca más!”, para que “¡Nunca más!” vuelve a ser relevante.

¡Queridos ucranianos!

Los residentes del pueblo de Yáguidne estuvieron cautivos durante 27 días. El 30 de marzo de 2022 el pueblo fue liberado de los invasores ruscistas. El 19 de abril fue desminado por nuestras fuerzas militares. Esto simboliza que la historia se repite y todos los que vinieron a destruirnos eventualmente tendrán que huir de la tierra ucraniana. Una parte de nuestro territorio todavía está ocupada y parte de nuestro pueblo está en cautiverio, lo que significa que nuestra batalla continúa. Y hoy, en el Día del Recuerdo y la Victoria sobre el Nazismo, mientras conmemoramos a los millones de ucranianos que lucharon y obtuvieron la victoria junto con otras naciones, seguimos creyendo y acercamos un nuevo día de una nueva victoria. Cuando la expulsión de los nazis de Ucrania, como leemos en los libros de historia, se produzca en la vida real. Y el acontecimiento de mediados del siglo XX se repita y pase a formar parte de la historia del siglo XXI, la historia de nuestra victoria conjunta sobre el mal ruso.

¡Saludos en el Día del Recuerdo y la Victoria sobre el Nazismo en la Segunda Guerra Mundial!

¡Gloria a Ucrania!"