Ivanna Klympush-Tsyntsadze, viceprimera ministra para la integración europea y euroatlántica

10.10.2016 16:20

Los argumentos de la inefectividad de las sanciones son estimulados por Rusia

La fase más activa de acercamiento de Ucrania a la Unión Europea ha comenzado y continúa en el fondo de la agresión rusa en el este de nuestro Estado. Tal vez, en la perspectiva histórica nos enteremos de la relación causal de estos momentos muy importantes de nuestra historia moderna. Los dos enfoques – el intento de conservar el pasado y estimular el desarrollo – están compitiendo ante nuestros ojos, pero que enfoque va a ganar y va a determinar el futuro de Ucrania, depende de nuestros esfuerzos actuales. Esto, así como el progreso de nuestro país en el camino hacia la UE, fue el tema de una conversación de la corresponsal de Ukrinform con la viceprimera ministra para la integración europea y euroatlántica Ivanna Klympush-Tsyntsadze. A continuación se muestra una versión acortada de la entrevista.

Pregunta: En los medios de comunicación había una información de que la Cumbre UE-Ucrania, donde se espera el anuncio sobre la concesión de exención de visados a nuestro país, puede tener lugar el 24 de noviembre. ¿Qué determina la fecha de la cumbre?

Respuesta: Sí, hay una propuesta sobre las fechas. También se ha determinado la fecha de la reunión del Consejo de Asociación entre la UE y Ucrania para el 19 de diciembre. Obviamente, la Cumbre UE-Ucrania se celebrará en el momento, cuando sean aprobadas definitivamente las cuestiones en las cuales todos están trabajando en la actualidad.

Entiendo que el presidente también tendrá una reunión en privado con la jefatura de todas las instituciones de la Unión Europea antes de la cumbre de la UE los 20-21 de octubre. Será otra oportunidad de discutir la agenda entre la UE y Ucrania. Pienso que entonces será tomada una decisión final sobre la fecha de la Cumbre UE-Ucrania teniendo en cuenta las agendas y posibilidades de horarios.

P: La misma Unión Europea tiene ahora muchos problemas, y es reconocido por sus líderes. ¿Hasta qué punto debemos hoy esforzarnos para entrar en la UE? Quizás, ¿debemos elegir una dirección de la cooperación y centrarnos en ella?

R: Tenemos el Acuerdo de Asociación diseñado para diez años. Ante todo, sugiere que debemos establecer las normas europeas en nuestro país, adaptarnos a las leyes que se aplican en la UE. Hemos asumido compromiso en virtud de 350 directrices y reglamentos. Al principio tenemos que adaptar nuestra legislación a 50 directrices, y vemos que como es difícil por diferentes razones.

Por lo tanto, en cuanto a mí, hay una clara comprensión de que ahora estamos cumpliendo el Acuerdo de Asociación que, ante todo, necesita Ucrania, que nos dará la posibilidad de llevar nuestros procedimientos y normas internos al diálogo mutuo civilizado no sólo con nuestros socios de la Unión Europea.

Por ejemplo, apenas ayer (la entrevista se grabó el 5 de octubre – ed.) hablé con los representantes de Corea del Sur y Japón. También siguen los cambios que se producen en nuestro país como resultado del Acuerdo de Asociación, y creen que es un factor positivo para su negocio, una especie de “baliza verde” para comenzar a prestar más atención a nuestro país.

Por lo tanto, lo que estamos cambiando en el país ofrece una oportunidad tanto para la mejora interna como para las salidas adicionales a diálogos y los mercados externos con los terceros países y la invitación a nuestro país de los inversores potenciales no sólo de los países de la Unión Europea.

Así que tenemos que cumplir el Acuerdo de Asociación y el de libre comercio y mantener un diálogo activo tanto político como económico. El Acuerdo nos ofrece la oportunidad de revisar las adiciones, esto debe ser sobre una base constante, como parte del diálogo vivo, porque las condiciones económicas cambian tanto en Ucrania como en la UE.

Es obvio que la UE tiene actualmente muchos desafíos y que no está completamente lista para hacer frente con eficacia a todos a la vez. Pero esto no significa que el sistema de convivencia de los países europeos en el marco de la Unión Europea ha confirmado de alguna manera su impotencia. No pienso que podamos estimar así lo que está sucediendo ahora en la UE.

P: En la Cumbre de la UE en octubre los líderes de los países miembros discutirán en detalle la eficacia de la política de sanciones contra Rusia. En Europa cada vez más aparecen opiniones de que es necesario levantarlas porque no funcionan. ¿Qué podemos esperar de este debate?

R: En esta cumbre no se tomará una decisión sobre la extensión o el levantamiento de las sanciones. Los líderes de los países europeos tienen la intención de discutir la estrategia general del ulterior comportamiento con la Federación Rusa. Es decir, no hablarán puramente de las sanciones, aunque es obvio que serán uno de los componentes de esta discusión.

Por desgracia, la Federación de Rusia, probablemente, ante todo, para ella, últimamente muestra una plena impotencia de mantener el diálogo confidencial y eficaz con los países de Occidente, por ejemplo, sobre el arreglo de la situación en Siria. Pienso que esto no añade algo positivo con respecto a cómo Rusia está dispuesta al diálogo y el cumplimiento de sus obligaciones en diferentes áreas, incluyendo en relación con Ucrania.

Creo que es un argumento adicional para que se mantengan las sanciones que fueron impuestas en Rusia debido a la violación del derecho internacional y la agresión directa contra un país soberano. Los países europeos deben seguir insistiendo en el cumplimiento por la Federación Rusa del derecho internacional, en particular, en el mantenimiento de las sanciones, e incluso sería mejor, en su endurecimiento.

Los argumentos de que no tienen efecto (las sanciones – ed.), no se engendran por sí mismos, sino se estimulan activamente por Rusia. Si las sanciones no tuvieran efecto, Rusia quedaría a la mesa de negociaciones en el formato de Normandía, podría aplicar más activamente las tropas en el territorio ocupado de Donbás, y en general, actuaría mucho más nítida.

P: ¿Qué Ucrania puede contraponer a esto?

R: Disponemos de un arsenal de la verdad.

P: ¿La oyen en Europa?

R: Por supuesto, oyen, pero no todos.

P: ¿Quieren escucharla?

R: (da suspiros) alguien quiere, alguien no quiere… Ya sabe, a veces es difícil escuchar la verdad, no siempre es fácil para percibirla.

Pero, de nuevo, es cierto que los rumores difundidos por Rusia sobre las pérdidas ilimitadas de las economías de los países de la Unión Europea debido a las sanciones se ven hiperbolizados considerablemente en las versiones de la propaganda rusa. Además, de nuestros diálogos con los socios europeos que saben exactamente lo que es soviético, y por lo tanto la presencia de Rusia, estamos seguros de que están dispuestos a soportar aún más graves pérdidas económicas de las sanciones contra Rusia, pero al mismo tiempo, mantener la línea con respecto a su extensión, porque entienden lo que puede amenazar su levantamiento para su seguridad.

Y se trata de los votos que, además del nuestro, también se oyen en los países de la UE, que nos ayudan a promover esa realidad objetiva, y sólo tenemos que seguir haciéndolo en todos los niveles.

P: Pero últimamente hemos visto pasos hostiles por parte de los países que recuerdan nuestro pasado socialista común. ¿Cómo estima esto?

R: He preguntado en repetidas ocasiones a mis colegas húngaros. “¿Ha olvidado el año 56? Ya que todavía vive la generación que pasó a través de esto”. Por desgracia, resulta que no todos recuerdan.

De nuevo, se trata de las posibilidades financiera de la influencia de la Federación Rusa, los intereses de los grupos políticos individuales y los centros analíticos, la presencia de Russia Today en absolutamente todos los países de la UE, así como en los EEUU y Canadá. Y usted sabe exactamente que, por ejemplo, Ukrinform no logra estar presente en todas las partes.

P: Es decir, teniendo en cuenta la falta de comparabilidad de los recursos financieros, ¿estamos condenados a quedarse atrás en la lucha por la influencia en la opinión pública europea?

R: No, ¿por qué estamos condenados? ¡No me gusta esa palabra! Sólo debemos entender contra quién estamos luchando. Rusia está presente en gran medida porque tiene más posibilidades financieras. Pero, ¿cuál es el precio para sus ciudadanos?

Desde mi infancia recuerdo lo que nos enseñaron en la escuela soviética, que en aras de una grandeza mítica del Estado y la posibilidad de influir en el mundo tenemos que soportar la falta de muchas cosas habituales. Pero, ¿nos hemos beneficiado de esto como ciudadanos? Los rusos siguen funcionando y educando de esta manera a sus ciudadanos, sobre la base de estos dogmas soviéticos. Sin embargo, estoy convencido de que ¡vivimos en un país diferente!