Ahtem Seytablaev

20.07.2016 12:40

Actor, Director: El que pretenda aplastar a los ucranianos por la fuerza, recibirá una respuesta en progresión geométrica

La biografía de Ahtem Sejtablaev parece encarnar la historia moderna del pueblo Tártaro de Crimea. Nació cerca de Tashkent, en los lugares adonde los estalinistas expulsaron a los tártaros durante la Segunda Guerra Mundial. En tiempos de la Perestroika, regresó con su familia a Crimea, trabajó en teatro de música y drama tártaro de Crimea de Simferopol. Y después de mudarse a la capital, comenzó a popularizar activamente la cultura de los tártaros de Crimea.

Actuó en las películas "Mamay", "Tríptico tártaro", rodó él mismo la famosa película “Campeones del paso" y "Flores de otoño"... Pero el pico de su carrera fue la película "Haitarma", que literalmente hizo saltar el corazón de los ucranianos en compasión a la tragedia de todo un pueblo. La película ha recogido numerosos premios en festivales de cine: el gran premio "Corona de los Cárpatos” en Truskavets, galardonado con el premio ruso "Nika" y en el Festival italiano "Kimera” en Termoli también fue votado a la mejor película y a Seytablaev como el mejor director de 2014.

La nueva película de Ahtem "Su corazón", que ahora se está rodando en Georgia y Kyiv, retoma el tema de la ocupación de la península, la deportación del pueblo Tártaro de Crimea y su genocidio durante la Segunda Guerra Mundial. Sobre cómo sus películas fueron proféticas, cómo viven ahora los tártaros de Crimea en las condiciones de la anexión, y qué hay que hacer para retornar la península a Ucrania, le cuenta Ahtem Seytablaev a Ukrinform.

-¿Cuándo veremos la película "Su corazón"?

- Antier llegué de Georgia, donde se terminó un bloque de filmación de la película titulada "Su corazón". Esta es la historia de una muchacha tártara de Crimea de 20 años, que en el periodo de 1942 a 1944 salvó de la muerte a unos 90 niños, la mayoría de los cuales eran judíos. Arriesgando su vida, Saida Arifova los albergó en el orfanato en Crimea, les enseñó las tradiciones del Islam y el Corán, haciéndolos pasar por tártaros de Crimea. La película "Su corazón" se crea en coproducción con Georgia, donde filmamos las escenas sobre Crimea. Ahora se está filmando en Kyiv. Contamos con un equipo de internacional de cine: austríacos, alemanes, georgianos, lituanos, judíos, tártaros de Crimea. Y espero que antes de finales de este año, la película salga a la distribución.

- En Ucrania salió una ley, que prohíbe el alquiler de cine ruso. ¿Cómo ésto lo afectó a usted como director y artista?

- Veo en esto un montón de puntos positivos. Apareció la necesidad urgente de crear su propio contenido con artistas ucranianos. Estoy muy feliz por mis compañeros, que no viven en la capital, ya que la geografía de búsqueda de actores se ha ampliado considerablemente. Esto significa, que surgió la posibilidad de practicar no sólo en el teatro, sino también en el cine. Y también, de ganar dinero. Aunque no sean esas cantidades que ganábamos en el cine ruso, pero es un buen comienzo.

Además, no hay que cerrarse sólo en el mercado ruso, sino buscar coproducciones con los países europeos, y con los países que han salido de la influencia de Moscú. Como son Polonia, los Estados bálticos, y otros. Por supuesto, no es fácil. La calidad de la producción deben ser interesantes para el gran público. Pero sólo el que va, termina el camino. Ya hay ejemplos, de que la cantidad de películas filmadas se convierte en calidad.

En cuanto al cine ruso, yo creo que sus películas y series de tv, mostrando la actividad de los servicios secretos rusos, el ejército y la policía, son parte integral de la lucha ideológica. Tras haber analizado la situación, y viendo la firme manera en que nuestro éter estaba ocupado por tal contenido ideológico, es fácil explicar todos los eventos que están sucediendo hoy en la Crimea y en Ucrania del este. A través de tal trabajo ideológico indirecto, se nos inculcaban determinados valores. Y profesionalmente, en gran medida estábamos atrasados de la producción rusa de los productos y series.

- ¿Cuál es hoy el destino de su película "Haitarma"?

- Está prohibido en Rusia. Pero ya vive su propia vida. Periódicamente llegan proposiciones de mostrarlo en festivales, en las embajadas de Ucrania en diferentes países, para nuestra diáspora. Uno de los ejemplos más recientes es la demostración de "Haitarma" en Hong Kong. En general, la película fue demostrada en 40 países de todo el mundo, empezando por Polonia y terminando con los Estados Unidos y Canadá.

- Ahora esta película se ve como una profesía. ¿Usted pensaba, que la historia se repetiría cuando lo estaba filmando?

- No, claro que no. Yo ni podía suponer, que 70 años después la historia descrita en esta película se repetiría. Si yo lo hubiera sabido, hubiera llamado a prepararnos a eventos concretos. Pero, lamentablemente, la película resultó verdaderamente profética. Dicen que la gente que se dedica al arte, inconscientemente sienten la información, que anticipa a ciertos eventos. Por desgracia, nuestra película está entre ellas. Por supuesto, yo espero que estos acontecimientos no se repitan a tal horrible escala, pero la muerte de incluso una sola persona, también es una tragedia.

- Recientemente hubo una entrevista con el ex jefe de redacción del periódico "Krimska Svitlytsya", que cerraron en Crimea. Y él habló con amargura, de que hoy entre los crimeanos prevalece la amargura de la desilusión, diciendo que Ucrania les ha abandonado. ¿Y tienes la sensación de que luchamos por la península?

- Tengo una sensación doble sobre esto. Por un lado hay una iniciativa, como el bloqueo civil. Y hay muchos ciudadanos que hacen mucho para que Crimea vuelta a Ucrania y sea liberada de los invasores. Se trata de periodistas, artistas, y figuras públicas.

Por otro lado, la misma existencia de la dichosa ley sobre la existencia de una zona libre económica en Crimea, no cabe absolutamente en ningún marco ideológico y moral. Y, por supuesto, la gente que vive en Crimea y son presionadas diariamente por cualquier cosa, con motivo o no, tienen una sensación más fuerte cada día de que no se hace nada. Cómo no comprender estos sentimientos, cuando vivimos en seguridad, en un país libre, pero no reaccionamos frente a nuestros ciudadanos que se han visto metidos en un campo de concentración!

Tengo en Crimea muchos amigos y familiares. Hablamos por teléfono, monitoreo la situación, y por desgracia, debo admitir que tienen un gran dolor y frustración. Pero no pierden la esperanza. Y nuestra tarea es que nuestro gobierno nos oiga. El mismo bloqueo civil de Crimea mostró, que los activistas son capaces de actuar mucho más rápido y con más eficiencia, que la máquina de estado. El bloqueo duró tres meses, hasta que el Consejo de Ministros de Ucrania no prohió el comercio con Crimea a nivel estatal. Mietras que antes de ésto, habían unas relaciones comerciales sin escrúpulos.

Esto significa, que mientras que todos los que queremos a Crimea no hagamos lo máximo a nuestro nivel, el tema de Crimea, no se moverá. Nadie lo hará por nosotros. Pero creo, que Crimea volverá a Ucrania, no importa cómo increíble parezca hoy.

- ¿De qué manera? ¿Política, las sanciones internacionales, o la propia Rusia se dará cuenta de que no la necesita?

- Creo que será un complejo medidas económicas y políticas. Pero debemos estar preparados, para liberar a Crimea con las armas. Porque nos enfrentamos a un mero bandido de barrio totalmente inmoral. Me refiero a Putin. Y nosotros lo tratamos de convencer con el lenguaje Chejov y Lina Kostenko, que él no entiende. Lo convencen sólo las acciones de fuerza. Porque cada cual que pretenda aplastar a la fuerza a los ucranianos, debe entender claramente, que recibirá una respuesta en grado exponencial. Por eso yo estoy a favor de la venta legal de escopetas. Los ciudadanos ucranianos están obligados a ser capaces de proteger su hogar. Tenemos que ser un país libre, de gente libre.

- Usted viaja mucho con Ada Rogovtseva por los territorios liberados del este de Ucrania con la obra "Siéntese como en casa". ¿Cuál es el estado de ánimo de la gente allí?

- Diferente... Básicamente, les falta comunicación. Después de cada actuación, que dura 1,5 horas, por lo menos 2-4 horas dedicamos al contacto personal con el público. Por supuesto, conversa con ellos principalmente Ada Nikolaevna. La gente quiere saber y escuchar literalmente de todo. Preguntan sobre la vida en la capital, están preocupados por ver personalmente, cómo trabajan en sus regiones los medios rusos. Esto afecta especialmente a las mentes de los niños, que han crecido en el territorio de allá.

- Se imagina, ¡es como un arma de destrucción masiva!

- ¡Yo mismo lo comprendo! Sería bueno, que a esto se dedicaran aquellos de los cuales depende la aplicación de las leyes pertinentes. Pero, gracias a Dios, ahora hay un buen progreso en esta dirección. Se protege nuestro espacio de información, lanzamos nuestra propia producción de películas. Pero lo que se perdió durante décadas, no se puede recuperar tan rápidamente.

- En Kyiv fue abierta la casa de Crimea. ¿Siente su trabajo?

- Yo, no. Pero me es difícil juzgar, porque estoy fuera de esa casa (se ríe).

- ¿Qué hay que hacer entonces, para apoyar la cultura de los tártaros de Crimea?

- Sería bueno preservar la lengua, creando las condiciones adecuadas para ello. Ahora fue abierta una escuela de tártaros de Crimea para los domingos en Kyiv. Todavía no hay una completa, pero en Crimea tampoco había.

En Ucrania se debe comprender, que todas las minorías nacionales, que son más de un centenar, deben tener no sólo el derecho, sino también la oportunidad de desarrollar sus tradiciones y su cultura nacional. Y que deben ser apoyados por el estado. Y no hay que dar dinero para ésto. Es suficiente tomar una serie de actos legislativos que interesaría a los inversores a invertir dinero en cultura. Y hablando en un idioma comprensible para los empresarios estas inversiones serían rentables.

- ¿Y sus familiares viven todavía en Crimea? ¿Cómo se mantienen allí?

- Les propuse a todos mis parientes venir a vivir la Ucrania continental. Nadie quiso. Ahora se habla mucho sobre la situación en Crimea, pero puedo decir como mi mamá, que allí viven en silencio. Pero cada uno se opone, como puede. No tiene sentido exigir de la gente atrapada en un campo de concentración, que resista con armas. Siempre me es extraño escuchar a patriotas excitados aquí, de qué deben hacer los tártaros de Crimea allá. Los crimeanos protestan, y una gran parte de los desaparecidos allí, son tártaros de Crimea ciudadanos de Ucrania. Resisten aquellos que tienen suficientes fuerzas. A los que se les acabó, resisten en silencio.

Liliana Fesenko, Kyiv,

Traducción y redacción: Rubén Urribarres.