Alexander Vershbow

15.04.2016 16:35

La OTAN y la UE nunca aceptarán las aspiraciones de Moscú para establecer una nueva línea divisoria en Europa

La agresión rusa ha realizado cambios en la cooperación de Ucrania con la OTAN. La agresión rusa bajó de las nubes no sólo a los ucranianos. Los europeos también empezaron a deshacerse de lentes color de rosa. Aunque ahora no estamos hablando de la membrecía, nuestra cooperación con la Alianza tiene un objetivo común concreto, que es oponerse a los planes imperiales de Moscú. Entender el objetivo nos ayuda a generar programas concretos de cooperación. ¿Qué la OTAN ha aprendido del conflicto en Ucrania, cómo resistirá a los retos actuales y qué debe hacer Ucrania para el trabajo en equipo eficiente con la Alianza? Las respuestas a estas preguntas Ukrinform trató de conseguir en una conversación con el secretario general adjunto de la OTAN, Alexander Vershbow, quien participó en el Foro de Seguridad en Kyiv.

Pregunta: Ya más de dos años Rusia está librando una guerra híbrida contra Ucrania. ¿Ha sacado algunas conclusiones la Alianza del Atlántico Norte de estos enfrentamientos híbridos? ¿Qué ha aprendido de este conflicto?

Respuesta: Hicimos un montón de conclusiones sobre la base de nuestra evaluación de la agresión rusa contra Ucrania y las consecuencias de ésta. Por supuesto, en el nivel estratégico la principal consecuencia es una influencia en la estabilidad del sistema europeo de seguridad, teniendo en cuenta que Rusia ha roto todas las reglas que ella misma ayudó a redactar en el Acta Final de Helsinki, otros documentos clave, tales como la Carta de París, el Memorando de Budapest, etc.

También hemos estudiado de cerca el uso de los métodos de la guerra hibrida durante la anexión ilegal de Crimea y la promoción de la desestabilización en Donbás. Ninguna de estas técnicas es nueva, pero la forma que utilizan los rusos en conjunto y con alta intensidad llegó a ser una lección no sólo para la futura seguridad de Ucrania, sino también para nuestra seguridad.

Estamos trabajando en la OTAN en una estrategia para contrarrestar la guerra hibrida que fue aprobada por los ministros de países miembros. También estamos trabajando con la UE para crear herramientas integrales de prevención, lucha y destrucción de la agresión hibrida.

Me he reunido con los funcionarios ucranianos que dijeron con claridad que Ucrania también estaba dispuesta a compartir su experiencia. Estas lecciones pueden ser muy valiosas para nuestros aliados, por lo que es necesario cooperar con Ucrania.

Nuestra estrategia tiene en cuenta las acciones rusas de desinformación, la subversión, las operaciones encubiertas, los ataques cibernéticos, todos los elementos de la guerra híbrida. Así, estamos listos, si tratan de aplicarlos contra nosotros.

P: Usted dice que está listo, pero durante los últimos 10 años los países miembros de la OTAN redujeron los costos de defensa y sus presupuestos de defensa. Así que, esto ha afectado a la capacidad de combate de la Alianza ¿Qué va a hacer para resolver el problema?

R: De hecho, es un gran reto para la Alianza. Con el final de la Guerra Fría, todo el mundo trataba de sacar provecho de los dividendos de la vida pacífica y reducía los gastos de defensa. Sin embargo, pienso que lo que ocurrió en Ucrania hace dos años, empujó a nuestros aliados para reconsiderar este enfoque. Por lo tanto, una de las decisiones más importantes de la cumbre en Gales fue el compromiso de nuestros líderes para detener el corte y comenzar a aumentar los gastos de defensa en el 2% del PIB. El año pasado, 16 de los 28 países de la Alianza ya aumentaron sus presupuestos de defensa. Varios países aprobaron los planes para alcanzar los gastos al nivel del 2% del PIB durante varios años.

Así, hemos iniciado el proceso y estamos revisando nuestros enfoques, pero el trabajo aún está lejos de ser completa.

P: ¿Cuánto años que realmente necesita?

R: Bueno, nuestros aliados se dan 10 años a partir de la cumbre en Gales, es decir hasta 2024. Sin embargo, muchos países alcanzarán la meta antes. Y también es muy importante en qué se destinarán estos fondos. Nos centramos en lo que nuestros aliados pasen el mayor porcentaje del presupuesto de defensa a nuevas armas, la investigación y el desarrollo. Así que tendremos un nivel necesario de capacidad de combate para hacer frente a la agresión rusa y otras amenazas, porque nos enfrentamos a las amenazas desde la región del sudeste. La OTAN debe estar lista para cualquier amenaza.

Al mismo tiempo, incluso en la actualidad, la OTAN es la mayor fuerza militar. De hecho, algunos países no están en un alto nivel de estado de alerta, necesitarán semanas o meses para ser desplegado. Por lo tanto, tenemos que invertir para una mayor disposición, así como aumentar la cantidad de aviones, buques, tropas, de conformidad con las condiciones actuales.

P: En su opinión, ¿significa el retorno a la confrontación entre la OTAN y la Federación Rusa que Moscú ha alcanzado su objetivo y echó los países europeos hacia atrás en su desarrollo histórico?

R: No, no creo que Moscú haya alcanzado su objetivo. Estaba claro cuál era el propósito, que era establecer una nueva línea divisoria en Europa, en la que los países como Ucrania, Georgia y Moldavia se considerarían una esfera de influencia rusa, y no permitir que estos países fueran totalmente soberanos e independientes. No han logrado esto. La OTAN y la UE nunca lo aceptarán.

Sin embargo, tenemos que tomar medidas y no dejar que Rusia alcance su objetivo. Una parte de eso es el fortalecimiento de nuestra defensa. Y tenemos que ayudar a los países que buscan desarrollarse según las normas europeas, como Ucrania, y ser exitosos. Por lo tanto, una de mis tareas de visita a Ucrania es ayudar a realizar la reforma del sector de seguridad y defensa, que es una parte integrante de la agenda común de reformas que Ucrania debe realizar ahora, con el nuevo gobierno. Por supuesto, podemos ayudar a Ucrania, pero Ucrania tiene que ayudarse a sí misma. No permitir que Rusia logre su objetivo es nuestra tarea común, y Ucrania es de importancia clave aquí.

P: ¿Tiene algún plan para cambiar el formato de la Asociación para la Paz, teniendo en cuenta la agresión rusa?

R: El programa Asociación para la Paz sigue siendo un marco útil para la cooperación con Ucrania, con otros países de Europa. Incluso con algunos países de Asia Central se realiza el trabajo activo, es decir, con Kirguistán y Kazajistán. Tenemos también otros formatos de “asociación”, en particular, con los países de Oriente Medio, los países de Asia oriental.

Sin embargo, toda nuestra cooperación práctica con Rusia ha sido suspendida tanto en el marco del Consejo OTAN-Rusia, como en la Asociación para la Paz. Eso no quiere decir que no hablamos con Rusia, pero la cooperación práctica queda suspendida en todos los formatos.

P: La última pregunta, de principio y, tal vez, un poco ingenua, ¿permanece la adhesión de Ucrania a la OTAN en la agenda?

R: Yo diría que no está en la agenda de hoy, porque la misma Ucrania se centra más en las reformas, la introducción de las normas de la OTAN, el mejoramiento de su capacidad para mantener su propia seguridad y la seguridad europea. Así que, Ucrania ahora no tiene la intención de membresía.

No obstante, por supuesto, respetamos el derecho de Ucrania a solicitar la adhesión, y si después de las reformas que se realicen con éxito, el pueblo de Ucrania decida dar este paso, tenemos un proceso y mecanismos necesarios. En este asunto, no hay discriminación. Nos atenemos al principio que los países tienen el derecho de elegir el sistema para garantizar su propia seguridad.

Vitaliy Fedianin, Kyiv