Exteriores: Rusia cierra sistemáticamente todos los canales de control internacional sobre la tortura

La retirada por parte de Rusia del Convenio Europeo para la prevención de la tortura y de las penas o tratos inhumanos o degradantes, constituye una confesión de facto de un crimen.

Así se afirma en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, según Ukrinform.   

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania llama la atención de la comunidad internacional sobre esta decisión y destaca la práctica sistemática de la tortura y el deseo de eludir la responsabilidad por las graves violaciones de derechos humanos en la Federación Rusa.  

“La Rusia moderna es un territorio de anarquía y humillación de la dignidad humana. La decisión de retirarse del Convenio para la prevención de la tortura solo consolida esta realidad y, finalmente, coloca a Rusia entre los países donde el valor de la vida y la dignidad humanas es nulo”, declara el Ministerio.  

El Ministerio de Asuntos Exteriores destaca que el Convenio contiene un mecanismo preventivo para las visitas periódicas e inesperadas a los lugares de detención por parte del Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) con el fin de verificar directamente las condiciones de detención y el trato a las personas. 

Sin embargo, desde febrero de 2022, Ucrania ha insistido sistemáticamente, y sigue insistiendo, en excluir a Rusia de todos los mecanismos de cooperación del Consejo de Europa, dada la transformación de Rusia en un Estado totalitario con un aparato represivo que viola sistemáticamente los derechos humanos, socava la democracia y menosprecia el estado de derecho.  

Rusia ha destruido en la práctica el mecanismo del Convenio: no ha participado activamente en la labor del CPT y no ha permitido que los expertos del Comité estudien y documenten la situación de la tortura en su territorio, señala el Ministerio.  

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania también afirma que la retirada del Convenio se enmarca en la práctica más amplia de la Federación Rusa de bloquear el acceso independiente, en particular, denegando el pleno acceso al Comité Internacional de la Cruz Roja a los lugares de detención, incluidos los de prisioneros de guerra. 

Todo esto, en opinión de Ucrania, indica que Rusia está cerrando sistemáticamente cualquier vía de control internacional, intentando ocultar al mundo la terrible verdad sobre el sistema de tortura establecido en el país y recuperando su notoria reputación de "imperio de cárceles".  

El Ministerio de Asuntos Exteriores argumenta que la constante presión política, jurídica y pública de Ucrania en el Consejo de Europa y otros foros internacionales, la documentación sistemática de crímenes y la movilización de socios han privado a la Federación Rusa de la oportunidad de simular "cooperación" con los mecanismos de prevención de la tortura y han llevado a formalizar el deseo de evitar el control independiente. 

"Un país que utiliza la tortura como parte integral de su política no puede ser parte del Convenio, que debería unir a los Estados de derecho. La responsabilidad del Estado agresor por numerosos crímenes, incluida la tortura, debe ser ineludible", se afirma en el comunicado.  

Ucrania también insiste en el uso inmediato de los mecanismos internacionales de rendición de cuentas e insta a la comunidad internacional a actuar de forma proactiva y sin demora. 

AV