El segundo encuentro de Súshchenko con sus familiares: ¿Qué ha cambiado?

El segundo encuentro de Súshchenko con sus familiares: ¿Qué ha cambiado?

Ukrinform
¿Cómo fue la visita de tres días al preso político ucraniano, Roman Súshchenko, realizada por sus familiares?

La esposa y la hija del periodista ucraniano y prisionero del Kremlin, Roman Súshchenko, visitaron la colonia rusa en la región de Kirov por segunda vez cuatro meses después del encuentro anterior. La agencia Ukrinform publica la impresión de la hija de Roman sobre el viaje. 

- Nuestro encuentro de tres días en el territorio de la colonia del régimen cerrado No. 11 (VK-11) en la aldea de Utróbino comenzó el 29 de mayo. El viaje pareció ser difícil, a pesar del hecho de que las condiciones climáticas a finales de la primavera fueron mucho más favorables que en el severo mes de enero, cuando mi madre y yo nos fuimos a ver nuestro padre por primera vez. 

La propia ciudad de Kirov nos encontró con una densa niebla, a través de la cual apenas se podían ver los caminos, con una temperatura de 9 grados sobre cero. En la región, solo el diente de león y la lila están comenzando a florecer en esta temporada del año. No se puede ni hablar sobre las fresas y las cerezas, con las que queríamos complacer a nuestro padre, porque no es esa temporada para este tipo de bayas. 

Al igual que la vez pasada, se llevó a cabo una reunión familiar en un bloque especial para largas visitas. Hay diez habitaciones para presos con sus familiares, con cocina y baño compartidos y armarios separados para hombres y mujeres. Nuestros compañeros de habitación, otras cinco familias, no eran amables esta vez. Entre ellos, fuimos los únicos extranjeros. 

La habitación que nos asignaron para un encuentro largo era más bien un corredor: estrecha y larga. Tenía una ventana con una celosía que se pegaba a la pared de ladrillo, tenía una cama doble y un banco que se servía como otro lugar para dormir, una mesa, unas sillas, un armario, un televisor y una nevera. Como nos dijeron, todos los muebles fueron hechos por prisioneros. 

Algunas de las pertenencias personales mías y de mamá fueron incautadas por los empleados de la colonia: dinero, documentos, relojes, teléfonos e incluso un desodorante (porque era un líquido). También tomaron cartas y folletos con las palabras de apoyo de amigos y colegas de nuestro padre que trajimos con nosotros. 

Nos dijeron que las van a devolver un poco más tarde, después de que los investigadores se familiarizaran con los textos. Sin embargo, esto no sucedió, y las cartas nos fueron devueltas después de la fecha en que dejamos la colonia. La impresión es la siguiente: la administración de la colonia está haciendo todo lo posible para evitar que el padre se contacte con el mundo exterior. 

De lo más importante: el padre se siente normal más o menos. Digo “más o menos”, porque ocasionalmente tiene problemas dentales que no pueden resolverse finalmente en condiciones de prisión. A veces también sufre la hipertensión. El paquete con medicamentos enviado por correo certificado, todavía no lo recibió. 

En general, mi padre se veía un poco mejor que hace cuatro meses. Era sorprendente porque vino a la habitación con mucha ropa puesta, unos jerseys y una campera, la misma cantidad de pantalones, botas altas. Cuando preguntamos por qué, respondió que entre las paredes de piedra de la celda hace frio un poco, apenas puede moverse, y el sol en la aldea de Utróbino es raro, por lo que no puede calentar el edificio de la prisión. 

Si digamos sobre su estado de ánimo, era alegre, porque finalmente tuvimos la oportunidad de verse, abrazarse y hablar. El padre dijo que todavía se encuentra en el llamado "lugar seguro", en una celda con un vecino, separado de los demás prisioneros. 

El vacío de información en el que se encuentra constantemente le hace sentirse deprimido. El padre no tiene la oportunidad de recibir noticias relevantes sobre Ucrania. 

La situación con los enchufes de la celda sigue siendo la misma: todavía no los hay allí y no se espera que aparezcan. El horario tampoco ha cambiado: se despierta a las 5 de la madrugada, hace ejercicios, desayuna, anda fuera, almuerza, cena y se acuesta a las 21:00 horas. Una vez al mes, si logra tener suerte, lo llevan a la tienda para comprar algo de comida y las cosas necesarias. 

Debido al hecho de que es la colonia de régimen cerrado, hay un límite para la entrega de paquetes, se puede enviar uno en tres meses. Desde el comienzo de su estancia en la colonia recibió solo dos paquetes. El cónsul también le ha visitado en dos ocasiones. Cada mes, un abogado acude a mi padre para contarle las noticias actuales de Ucrania y para prestarle un apoyo moral. 

A propósito, resultó que una de las cartas, que el padre envió en marzo, desapareció y nunca llegó a nosotros. Era especial porque una foto de la ciudad turca de Estambul estaba dentro. Mi padre lamentó mucho su desaparición, ya que dedicó mucho tiempo y esfuerzo para dibujarla. 

En general, nada ha cambiado notablemente en su vida, porque permanecer en una colonia es como “un día de la marmota”, todos los días pasa de la misma manera. El padre vive para encuentros con nosotros, un cónsul y un abogado, espera llamadas, una carta u otra y su regreso a casa. 

Pidió transmitir saludos y agradecimiento por el apoyo de todos los que no son indiferentes. También agradeció la organización de una exposición de sus obras en Nueva York, que tuvo lugar el 28 de mayo. Esta noticia fue una gran sorpresa y le trajo alegría. Dijo que ni siquiera podía imaginar que sus dibujos se expusieran en el otro lado del océano. 

Además, el padre anunció muchas obras nuevas, sin revelar detalles, para no arruinar el efecto de la primera impresión. Solo añadió que serían aún más interesantes. 

  

* * * 

Ya ha pasado un año desde el día en que el Tribunal Municipal de Moscú condenó a Roman Súshchenko a 12 años de prisión en una colonia de régimen cerrado. 

El 27 de junio pasa mil días desde la detención del padre. 

Me gustaría llamar una vez más a todos aquellos que no son indiferentes para que dediquen un poco de su tiempo y escriban una carta al preso político ucraniano Súshchenko. Después de todo, cada frase y una buena palabra le dan alegría y adornan los días que pasan en la celda. 

Aquí tiene la dirección a la que puede enviar cartas: 

A Súshchenko Roman Vladimirovich 

FKU IK-11 UFSIN de Rusia en la región de Kirov, 

Pueblo de Utróbino, región de Kirov, 

Rusia 613043 

Todas las cartas para enviar deben ser escritas en ruso, de lo contrario no serán remitidas por la ausencia del visto bueno de la censura. 

Aquí tiene la dirección en ruso: 

Сущенко Роману Владимировичу 

ФКУ ИК-11 УФСИН России по Кировской обл., 

деревня Утробино, Кировская область, 

Россия 613043 

Yuliya Súshchenko, Kyiv 

Foto de la autora 

AV


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