Ucrania-Hungría: Es hora de una conversación abierta y digna
El tema de las relaciones entre los dos países vecinos ya se ha convertido, en cierta medida, en un meme. Lamentablemente, cabe señalar que, en los últimos años, Kyiv y Budapest han intercambiado repetidamente declaraciones muy emotivas. Hubo clinches abiertos, en los que se encontraban los Ministerios de Asuntos Exteriores de ambos países y altos funcionarios. La complejidad de esta relación fue aprovechada por "observadores" del exterior, que arrojaban madera al fuego. Las huellas de estas provocaciones siempre han llevado hacia Rusia.
Pero es necesario salir de la crisis de relaciones. Es por eso que la visita del ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, a Kyiv mostró todos los signos de romper el muro del malentendido e iniciar una cautelosa retirada de la línea roja de inevitabilidad del conflicto.
Carro grande de problemas
Recordemos lo que ambos países tenían que abordar en una reunión el 27 de enero. Hubo las tensiones entre Kyiv y Budapest en 2017 después de la adopción de la nueva Ley de Ucrania "Sobre la educación", que estableció nuevas normas de educación en el idioma ucraniano. Estos cambios fueron causados no sólo por el deseo de aprobar el estatus del idioma estatal: la situación en varias escuelas, donde el idioma de instrucción no era el estatal, se volvió evidente. Los graduados simplemente no hablaban ucraniano hasta el punto que les dio la oportunidad de aprobar el examen externo y matricularse en una universidad ucraniana y estudiar con éxito allí. El autor recuerda bien un reportaje de televisión de una escuela de Transcarpacia donde los niños no hablaban ucraniano en absoluto. A pesar de esto, Budapest criticó a Ucrania con dureza y sin concesiones. En ese momento, las relaciones entre los dos países se estancaron, aunque la Comisión de Venecia había emitido una decisión con comentarios a Ucrania sobre la mencionada Ley de Educación, que nuestro país se comprometió a cumplir. En respuesta, durante casi un año y medio, por iniciativa de Hungría, se bloqueó efectivamente un diálogo en la Comisión Ucrania-OTAN, lo que no fue en beneficio de la alianza ni de Ucrania. Pero tampoco está claro si Hungría haya obtenido algún beneficio. Pero Rusia, por supuesto, tuvo una "alegría": después de todo, frenar la integración euroatlántica de Ucrania está entre sus intereses.
La última ronda de tensión tuvo lugar a finales del año pasado. En el período previo a las elecciones locales de octubre, los funcionarios húngaros, tanto el ministro Szijjártó como el comisionado del gobierno húngaro para Transcarpatia, István Grezsa, hicieron campaña a favor de una fuerza política que representara los intereses de la etnia húngara en Transcarpatia y la política ucraniana. De nuevo: imagine que un representante de un país extranjero pide que alguien apoye las elecciones en otro país... Sobre todo, porque en Ucrania ya se han dado ejemplos: recuerda el apoyo con Rusia al Partido de las Regiones, los comunistas y el mismo ex presidente Yanukovych. Imagínese la agitación de uno de los funcionarios ucranianos en las elecciones locales en Hungría: ¿qué diría el Ministerio de Asuntos Exteriores de Hungría? Por lo tanto, la indignación del Ministerio de Asuntos Exteriores [de Ucrania, ed.] y la declaración llamando a no injerirse en los asuntos internos de Ucrania fue una reacción bien fundamentada.
¿Quién se beneficia de esto?
Luego hubo la historia de la interpretación del himno húngaro en la sesión de uno de los consejos de aldea (!) de Transcarpatia después de prestar juramento, a lo que el SBU respondió naturalmente. Y esto también provocó una reacción muy fuerte del Ministerio de Asuntos Exteriores de Hungría. Szijjártó dijo en ese momento: "A pesar de las promesas recientes y los supuestos intentos de reconciliación, en sentido figurado, lamentablemente, la principal política de Ucrania sigue siendo intimidar a la comunidad húngara y es anti-húngara”, enfatizando que esto no corresponde a las aspiraciones de integración europea de Ucrania. La respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores fue inequívoca: Ucrania no sigue una política anti-húngara, pero debe responder a hechos concretos.
Así, desde mediados de diciembre, las relaciones entre Kyiv y Budapest han sufrido heladas, si no gélido silencio. Está claro que el tercero, Moscú, se beneficiará de esta situación.
Debemos ser primeros en dar los pasos. Y ganar juntos
Hace dos semanas, la Misión diplomática de Ucrania tomó la iniciativa. El ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, señaló: “Hungría es un socio importante y un vecino cercano para nosotros. Los vecinos a veces se pelean, pero luego tienen que reconciliarse porque siguen siendo vecinos. Por lo tanto, acordamos que a finales de enero mi colega, Péter Szijjártó, visitará Kyiv para abordar la situación en las relaciones bilaterales y las formas de resolver problemas basados en el principio de respeto mutuo". La visita tuvo lugar el 27 de enero.
Como era de esperar, fue precedido por provocaciones. La Embajada de Hungría en Kyiv ha recibido amenazas de que, en caso de la visita del Sr. Szijjártó a Kyiv, algunos "nacionalistas ucranianos" comenzarán a actuar. Todos ya estamos familiarizados con los métodos de los servicios secretos rusos, ¿y qué podemos decir? ¡Trabajan incompetentemente, chicos!
Péter Szijjártó y Dmytro Kuleba
Como resultado de una reunión personal de los dos ministros, se puede afirmar que se ha dado un paso atrás desde la línea roja inevitable en las relaciones. Ucrania no se ha retirado de su posición de principio, como podemos ver en la declaración de Kuleba después de las conversaciones: “No hay razón para creer que la comunidad ucraniana húngara tienda al separatismo. Del mismo modo que no hay razón para creer que el Estado ucraniano quiera hacer daño a los ucranianos húngaros de Transcarpatia. Somos un país, una sociedad y siempre continuaremos así". El ministro de Asuntos Exteriores también señaló que, a pesar de las dificultades en las relaciones, algunas cosas se dejan a un lado: el apoyo constante de Hungría a la soberanía e integridad territorial de Ucrania para contrarrestar la agresión rusa, el apoyo de Hungría a Ucrania en la UE, los esfuerzos conjuntos para superar la pandemia COVID-19 y la rehabilitación en Hungría de niños ucranianos que sufrieron de la agresión rusa en el Donbás. El ministro también agregó: “Hoy hablamos como socios y amigos que quieren resolver problemas y no crear nuevos. Hemos acordado que, en un futuro próximo, se llevarán a cabo una reunión del grupo de trabajo ucraniano-húngaro sobre educación, así como un foro de negocios en línea entre empresarios de Ucrania y Hungría".
A su vez, el señor Péter Szijjártó señaló que “nos impactó negativamente el incidente cuando la policía vino a registrar las instalaciones de los húngaros, el Centro de Húngaros en Transcarpatia. No puedo entender la necesidad de la llegada de fuerzas especiales equipados. Pero no queremos que nuestras relaciones se vean agobiadas por esto", el ministro húngaro también llamó la atención sobre la declaración de Dmytro Kuleba de que no creía en el separatismo de los húngaros transcarpáticos". Él (Kuleba, ed.) dijo que rechazaba cualesquiera declaraciones sobre el separatismo. Y espero que todos en Ucrania se adhieran a esto".
Hacemos un resumen. Por supuesto, algunos detalles importantes de los contactos diplomáticos nunca se hacen públicos. Pero se pueden sacar conclusiones del contexto y el tono generales. En la víspera de la visita, el Sr. Kuleba señaló algo bastante sencillo pero fundamental para Ucrania: “Mañana tuvimos que intercambiar argumentos. Espero de mi homólogo húngaro tanto el estado de ánimo como las ideas concretas sobre cómo avanzaremos en las relaciones bilaterales, respetándonos mutuamente. Nadie debería pensar que puede venir a Kyiv y dictar las condiciones aquí". Y esta tarea se cumplió en las conversaciones del 27 de enero, arranca una plataforma para un diálogo más amplio, incluida la reunión del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. Y lo principal es una conversación directa entre Kyiv y Budapest sin ruido de información y emociones, y sobre todo sin consejos del exterior, o mejor digamos, de Moscú.
¿Podemos decir que no habrá más provocaciones como las mencionadas anteriormente? Nadie puede garantizarlo. Más aún: no cabe duda de que habrá tales intentos. Pero la visita del Sr. Szijjártó demostró que hay una manera de resolver los problemas: civilizada y confiable. Esta será probablemente la conclusión clave. Y más. La diplomacia ucraniana ha demostrado su madurez y eficacia derivada. Esta es también una conclusión importante de la historia del desarrollo de los malentendidos entre Ucrania y Hungría y su solución gradual. Ucrania y Hungría se beneficiarán juntos de esto.
Viktor Chopa, Kyiv
AV
