Alemania no ve nada en común entre la situación en Belarús y el Maidán ucraniano

Así lo dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, hablando en el Bundestag, informa un corresponsal de Ukrinform. 

“Nadie quiere una nueva crisis geopolítica en el centro de Europa. Todos aquellos, y especialmente aquellos en Moscú, que ya ven el segundo Maidan o la segunda Ucrania frente a ellos mismos, de hecho, deberían saber mejor que Ucrania y Belarús son incomparables en este asunto”, dijo Maas. 

Recordó que las banderas de la Unión Europea ondeaban en el Maidán, pero nada de eso está sucediendo en Belarús, donde la gente sólo defiende la democracia real, las elecciones libres y justas. 

“Para nosotros en la Unión Europea, no se trata de la separación de Belarús de Rusia y su adhesión a la Unión Europea, sino del hecho de que nos esforzamos por garantizar que los habitantes de Belarús puedan decidir libre y justamente por quién votar... Por lo tanto, no se trata de si ha surgido una segunda Ucrania aquí o no”, señaló el canciller alemán. 

Maas destacó la "responsabilidad especial" de Rusia en esta situación, que se deriva de las estrechas relaciones entre los dos países, que la oposición bielorrusa no cuestiona. Pero, señaló el político, sujeto al apoyo incondicional a Lukashenko y la influencia híbrida, Moscú “sin duda perderá la simpatía de la gente en Belarús”. Por lo tanto, la UE hizo un nuevo llamamiento al presidente ruso Vladímir Putin y al ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, para que Rusia también trabajara en una iniciativa para iniciar un diálogo a nivel de la OSCE. 

Maas calificó las elecciones en Belarús como "distorsionadas y fraudulentas". Señaló que los alemanes, que hace 30 años atravesaron su propia revolución pacífica, están al lado de los ciudadanos de Belarús. El ministro de Asuntos Exteriores, en nombre del gobierno federal, se comprometió a seguir apoyando a la sociedad civil bielorrusa y a los medios independientes. 

Como informó Ukrinform, Belarús sigue abarcado con protestas contra la falsificación de los resultados de las elecciones presidenciales celebradas el 9 de agosto, donde, según datos oficiales, Aleksandr Lukashenko, que había gobernado el país desde 1994, obtuvo el 80,1% de los votos, mientras que la candidata de la oposición, Svetlana Tikhanovskaya, obtuvo el 10,1% de los votos.  Después de las amenazas, Tihanovskaya se vio obligada a irse a Vilna. 

Desde entonces, todos los fines de semana en la capital del país se han realizado acciones masivas. Las fuerzas de seguridad de Belarús siguen utilizando la violencia contra los manifestantes y deteniendo a los manifestantes. Desde el inicio de las manifestaciones, según la oposición, más de 10.000 personas han sido detenidas, varias personas han muerto. 

La Unión Europea no reconoció las elecciones presidenciales en Belarús y decidió imponer sanciones personales contra los funcionarios bielorrusos involucrados en actos de violencia y falsificación. 

SM